30 de noviembre de 2009

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Diciembre ya está aquí, las posadas están a punto de comenzar, los niños esperan con ansia los regalos de Santa, los adultos esperan el día último del año para jurarse a sí mismos ser una mejor persona el año entrante. Toneladas de uvas son ingeridas alrededor del mundo celebrando el firme propósito de bajar de peso, dejar de fumar, ahorrar, ser fiel y una lista interminable de actos que se cumplen durante 4 o 5 semanas. Diciembre es también el mes idóneo para comprar muchas cosas, dado que todos nos sentimos merecedores de regalos caros por haber trabajado tan duro todo el año, las familias se reunen para adornar la casa y el árbol, en fin, esta época es muy disfrutable y placentera para casi todas las personas, sin embargo tiene también su lado oscuro: Diciembre es el mes escogido para una de las mayores lavadas de cerebro en la historia de nuestro país: El Teletón.

El show empieza desde mediados de noviembre, cuando todos y cada uno de los programas de la televisora que impulsa tal movimiento tiene una alcancía con el respectivo logo, los noticieros tienen "invitados especiales" hablando de lo importante que es ayudar -lo cual sería muy noble si realmente fuera su propósito- y lucerito sale haciendo gala de su mejor léxico y actuación para convencer a todo el país de que debe ayudar y cooperar para reunir cantidades estratosféricas de dinero. Somos bombardeados con publicidad acerca del Teletón y ni siquiera estamos a salvo en los canales de paga, pues la extensión y fuerza del brazo de Azcárraga son grandes.

Los que llegaron a este punto del post deben pensar que soy un desalmado cerdo fascista frío y sin sentimientos, pero la realidad es que esa descripción encaja mucho mejor con los organizadores de esa magnífica puesta en escena anual llamada Teletón.
Para empezar, la época escogida para llevar a cabo esa falacia nacional no pudo haber sido mejor, es en estas fechas cuando todos tenemos ese espíritu caritativo, algo en nuestro ser nos dice que debemos ser buenos con la humanidad para hacer de este mundo un lugar mejor y eso es aprovechado al 200% por los mercadólogos y organizadores.

La temática no está nada mal tampoco, donar dinero para niños discapacitados que necesitan de toda la ayuda posible para ser rehabilitados, cosa en la que estoy totalmente de acuerdo, ellos necesitan ayuda, pero no necesitan ser usados de pretexto.

La combinación de estos 2 factores, sumados a imagenes de niños con alguna discapacidad (imágenes que más que solidaridad pretenden causar lástima, pues Televisa sabe que la lástima vende excelente) hace que se despierte en las personas un genuino deseo de ayudar, lo cual tampoco está nada mal.

Lo que está mal es que en base a los sentimientos generados, las compañías inmiscuidas hagan negocio, en contubernio con el gobierno, dado que es debido a su incapacidad para hacer las cosas que la iniciativa privada se aprovecha para sacarle dinero a la población, quienes en ocasiones sacrifican cosas con tal de donar y creen ciegamente que su dinero será destinado para ayudar a esos niños que vemos exhibidos en tantos y tantos spots televisivos.

Es verdad que se han construido muchos CRIT's, algunos niños han recibido ayuda, pero eso no es más que una fachada, la cantidad de impuestos que Las Empresas deducen es increíble, y lo peor es que ni siquiera lo hacen con dinero de su capital, sino con el de sus empleados, puesto que algunas compañías obligan a aportar, es decir, que "invitan" a sus trabajadores a "donar" una parte de su miserable sueldo para que un alto ejecutivo se presente el día del evento entregando un cheque enorme a Marco Antonio Regil para quedar bien con Televisa.

El año pasado se sangró a la nación con más de 400 millones de pesos visibles, y algunos otros cientos de millones ocultos bajo deducción de impuestos, desvíos de fondos, recursos humanos donados y convenios entre empresas multimillonarias que al final tienen un sólo propósito: Enriquecer sus bolsillos a costa de la genuina bondad de la población.

¿O a caso creen que si la voluntad fuera real, no sería mucho más fácil donar el dinero gastado en toda la parafernalia utilizada? Comerciales de de T.V. y radio, anuncios espectaculares, en revistas, periódicos, internet, flyers, playeras, gorras, plumas, equipo técnico, luces, sonido, uso de satélites, etc. Esos costos no son absorbidos por la televisora, son pagados por tí, donador.

La voluntad de ayudar está ahí, dentro de nosotros, y si realmente queremos apoyar podemos hacerlo donando recursos a casas de asistencia, hospitales, y centros de rehabilitación ya existentes, sin ayudar de paso a empresarios que lo único que quieren es que su ya de por sí alterada declaración de impuestos sea más fraudulenta.

¿Quién dijo que las telenovelas de Televisa son poco realistas? Cada año se produce una que engaña a todo el país, con el apoyo de los círculos más altos del poder en México, y va por una edición más.

2 de noviembre de 2009

Time

Domingo en la tarde, nadie más en casa. El sujeto se dirije al estante y saca un disco con una portada simple, pero reconocible: Un prisma triangular con un rayo de luz blanca a la izquierda y el mismo haz refraccionado a la derecha; The Dark Side of the Moon. Inserta el disco en el estéreo y selecciona el track número 3.

La canción comienza con un tic-tac seguido de múltiples alarmas de relojes.
El sujeto se recuesta en el sillón y escucha con atención como David Gilmour y Richard Wright cantan acerca de cómo la vida se pasa sin que nos demos cuenta y sin que podamos hacer nada al respecto, todo el tiempo estamos haciendo planes para cuando nuestra vida "comience" sin darnos cuenta que comenzó hace muchos años y que lo más seguro es que esos planes no lleguen a hacerse realidad a causa de estar esperando el momento perfecto por años.

Llega el majestuoso solo de guitarra, provocando en el sujeto un sentimiento de angustia, al ponerse a reflexionar sobre la verdad convertida en canción por un imaginativo Roger Waters.
La verdad cae como un plomo sobre sus hombros mientras se da cuenta que tiene planes para su vida adulta que aún no ha comenzando a realizar, y se da cuenta que tal vez ya no tenga el tiempo suficiente para llevarlos a cabo todos.

Pasan los años, el sujeto se hace viejo y se da cuenta que toda su vida está hecha de sueños y planes inconclusos, porque no fue lo suficientemente valiente para atreverse a intentar, el miedo a fracasar fue muchas veces superior a las ganas de triunfar y él se consolaba pensando que siempre tendría otra oportunidad al día siguiente y que para entonces tendría el valor.
El sujeto muere en la soledad, habiendo dejado nada que recuerde su existencia, simplemente un estante con un disco, en cuya canción número tres se escucha: "The sun is the same in a relative way but you're older, shorter of breath and one day closer to death".