14 de agosto de 2014

Ensayo sobre el ateísmo y la religión en México.


En nuestro vilipendiado país, tan tristemente educado por las televisoras y medios de comunicación dedicados a vanagloriar las acciones del gobierno, ser ateo es sinónimo de ser satánico, rebelde, ignorante o delincuente; sin embargo, el ateísmo va más allá de no creer en un dios, como la raíz etimológica sugiere; ser ateo no significa estar en contra de las creencias religiosas, no es un pretexto para atacar y menospreciar a aquéllas personas que profesan un culto en particular, tampoco es una excusa para sentirse moralmente superior.

Ahora bien, veo una importante diferencia entre religión y espiritualidad, y considero que el ateísmo no está peleada con ésta última, pues la espiritualidad no requiere la creencia en un ser omnipotente, sino que es algo más personal, es buscar una armonía con el entorno, pero eso es tema aparte. 

En México la religión es algo que ocupa una posición central en las vidas de sus habitantes, causa de que exista un importante rezago científico y tecnológico en esta nación; No quiero ser malinterpretado, pues sé de primera mano que existen personas dedicadas a la ciencia con pasión que conservan sus creencias en un ente superior. Empero, me refiero a la más común de las situaciones, pues aquél que halla una explicación divina a los fenómenos naturales y al transcurso de una vida, no necesita ir más allá, no tiene la necesidad ni el interés por investigar, leer, aprender y explicar el Universo sin la necesidad de un Dios.

¿Seríamos un país más desarrollado si le diéramos más peso a la cultura que a la religión? Sinceramente no lo creo, pues Carl Sagan tiene una frase que resume nuestra situación: "No puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencia, están basadas en una enraizada necesidad de creer". Es decir, que aunque una persona tenga acceso a todos los datos necesarios para formarse una opinión informada, seguirá creyendo lo que decida creer, pues siempre encontrará una explicación para satisfacer sus lagunas.

Es necesaria la religión, no lo niego, pues es un lugar común en donde las personas encuentran alivio a sus pesares, es un placebo masivo, un creador de esperanza y tranquilidad, pero también un semillero de corrupción y lucro, abusos y arbitrariedades al por mayor. Veo necesario dejar de otorgar tanto poder a la Iglesia sobre las vidas de sus feligreses, dejarles formarse su propio criterio.

¿Eres ateo? Muy bien, sé que cada vez que alguien habla de Dios debes ponerte ansioso por explicarle cada uno de los argumentos por los que estás convencido de que no hay tal Dios, pero detente, pues estás cayendo en uno de los peores vicios de cualquier congregación religiosa: el adoctrinamiento.

¿Eres creyente? Excelente, es tu decisión creer en lo que desees, pero cuando conozcas a un ateo deja de intentar convencerlo de profesar tu doctrina, pues probablemente sus argumentos sean más fuertes que los tuyos, y recuerda que no creer también es una manera de creer en algo.

La religión ha sido históricamente una manera de explicar aquello que la ciencia no puede, pero poco a poco va ganando terreno. Hace no más de 150 años se creía que los rayos eran una fuerza solamente explicable mediante la ira de Dios, hoy dominamos la electricidad y es la base sobre la cual sustentamos nuestro desarrollo. Es natural que en épocas pretéritas necesitáramos un ser todopoderoso para explicar la vida, pero poco a poco descubrimos que, de existir, es ya el encargado de muy pocas tareas.

13 de agosto de 2014

5 datos científicos curiosos.


Bien lo dice el dicho popular, a nadie le cae bien un sabelotodo. Pero la intención de este post no es la de presumir que conozco estos cinco hechos que a continuación se presentan, sino dar a conocer cosas que considero son de cultura general, pero que al estar relacionadas con la ciencia mucha gente prefiere no entrometerse con tal información.

A Einstein se le atribuyen miles de frases, y una de ellas reza: "todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas". Todos tenemos al menos un tema que nos apasiona, del cual tratamos de saber lo más posible. Los invito a que, si leen este post, dejen un comentario con 5 cosas que ustedes saben y que quieran compartir con otras personas. Yo les dejo mi pequeña contribución.

1.- ¿Cuál es el objeto más lejano fabricado por los humanos? No está en la Luna, tampoco en Marte... ni siquiera está dentro de los límites del Sistema Solar. La sonda Voyager 1 ha ido más allá, convirtiéndose en el único objeto artificial en salir del dominio de nuestro Sol, tarea que le ha tomado tan solo 34 años viajando a una velocidad de 17 km/s.

2.- Al contrario de la creencia popular, el Nobel de Albert Einstein no se debe a su Teoría de la Relatividad, sino al descubrimiento del efecto fotoeléctrico, mismo que sentó las bases para el desarrollo de la mecánica cuántica. Es curioso que el mismo Einstein no creyese en la validez de la misma, expresando su muy conocida frase "Dios no juega a los dados con el Universo".

3.- El mundo real no es tan real como te imaginas, pues la información captada por nuestros sentidos tarda aproximadamente 88 milisegundos en llegar al cerebro y procesarse. Quizás 88 milisegundos te suene a nada, pues literalmente un parpadeo es más rápido, pero es interesante pensar que cuando sientes que mosco te picó, este probablemente ya haya volado.

4.- Es imposible que exista un modelo a escala del Sistema Solar, respetando las distancias. Si, por ejemplo, representamos a la Tierra con una pelota de 7 cm de diámetro, el Sol sería una esfera con un diámetro de 11 metros y situada a 1,200 km de distancia, más o menos lo que hay entre la Ciudad de México y Chihuahua en línea recta. Por otro lado, el sobajado Plutón sería una canica a 47,000 km, lo cual se antoja un poco complicado considerando que el diámetro Terrestre mide  12,742 km.

5.- ¿Cuál es la distancia más pequeña entre dos superficies? Esta pregunta se me ocurrió cuando estaba en la primaria, y fue hasta fechas recientes cuando la tecnología (y wikipedia) me ayudaron a contestarla. Existe una distancia mínima para que dos objetos puedan coexistir sin tocarse, y se llama longitud de Planck, misma que equivale a 1.61 x 10^(-35) metros. Para aquellos no familiarizados con la notación científica, y en comparación, un centímetro se representa como 1 x 10^(-2), un milímetro como 1 x 10^(-3), un nanómetro como 1 x 10^(-9).