4 de agosto de 2015
La señal Wow! Nuestro más cercano contacto extraterrestre.
El ser humano ha sentido siempre una curiosidad innata hacia el Cosmos. Desde tiempos inmemoriales las civilizaciones han contado con especialistas encargados de observar el firmamento y descifrar sus misterios, y han hecho uso de la tecnología más avanzada que tienen disponible para este fin. Sin embargo, a pesar de literalmente miles de años observando el cielo, éste guarda todavía misterios que escapan a nuestra comprensión, y ello hace que todavía sigamos sintiendo esa intriga por descubrir lo que se esconde, de dónde venimos, y si hay más como nosotros allá afuera, escondidos en la infinita oscuridad.
A veces resulta complicado tener una idea del tamaño del Universo. Bueno, resulta aun complicado darnos una idea de las dimensiones de nuestro Sistema Solar. Para dar una pequeña perspectiva, a la luz, quien tiene el récord universal -literalmente- de velocidad (300,000 km/s) le toma aproximadamente 7 minutos llegar del Sol a la Tierra, pero le toma 4 horas llegar del Sol a Neptuno, último planeta del sistema luego de la degradación de Plutón. En comparación, si una nave terrestre viajara a una velocidad constante de 1,000 km/s le tomaría casi 500 años llegar a Neptuno habiendo partido desde el Sol. Y nuestro Sistema Solar sigue siendo un grano de arena en la Vía Láctea, misma que es un grano de arena en el universo observable. Dichas distancias y la relativa lentitud de las ondas para propagarse a través del espacio es lo que hace extremadamente pequeña la probabilidad de encontrarnos algún día con una inteligencia extraterrestre, pues además de esto, tendría que existir un canal de comunicaciones en común, es decir, que ambas inteligencias estén transmitiendo y recibiendo en la misma frecuencia, un canal escogido con base en suposiciones de los adelantos científicos y sentido común que posea la otra hipotética civilización.
Es debido a ello que resulta portentoso e inaudito que, en agosto de 1977 una señal de radio lograra vencer todos estos obstáculos y permeara en nuestra atmósfera para dejarse oír por medio de las antenas terrestres dedicadas a la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) durante 72 segundos, con una intensidad 30 veces superior al ruido de fondo (el ruido de fondo se refiere a las señales de radio presentes en el espacio como consecuencia de la explosión que le dio origen, el Big Bang). Así es. El 15 de agosto se conmemoran 38 años de la recepción de la señal cuyo origen nos es desconocido, procedente de la zona del cosmos conocida como constelación de Sagitario.
Antes de continuar especulando acerca de la posible fuente emisora de dicha señal, quisiera profundizar un poco más sobre la manera en que fue recibida. En párrafos anteriores se comentó de la necesidad de un canal en común para que cualquier comunicación pueda ser establecida. Si hablamos por un teléfono alámbrico (no celular) este canal está conformado por un cable de cobre que une ambos aparatos. Cuando hablamos de señales de radio, son las frecuencias, medidas en Hertz (Hz), las proveedoras de este canal. Es por eso que cuando escuchamos una estación de radio nos referimos a ellas utilizando esta terminología. Una vez aclarado esto, la frecuencia escogida para escudriñar el firmamento en espera de una señal inteligente es 1420.4056 Mhz. ¿Por qué esta frecuencia tan específica? ¿Por qué no en el 93.3 Mhz o en el 90.1 Mhz? Bueno, pues porque la frecuencia escogida corresponde a la emisión natural del hidrógeno neutro, elemento más abundante en el Universo. Se presume que una civilización lo suficientemente inteligente para contar con la tecnología de emisión de señales de radio sabrá también que el dicho elemento es el más abundante y, por lo tanto, que esa será la frecuencia para transmitir y recibir mensajes.
Ahora surge la interrogante de ¿cómo saber que la señal que se escuchó aquél día, bautizada como señal Wow! debido a la anotación del profesor que la descubrió, no fue originada en la Tierra o en las proximidades de la misma? Sencillo: está prohibido en todo el planeta transmitir en esa frecuencia. La mala noticia es que todos los intentos posteriores por captar una señal procedente del mismo punto del espacio han fracasado. ¿Fue un golpe de suerte¿ Quizás. Todo parece apuntar en esa dirección, pero nuestros corazones y nuestra imaginación seguirán creyendo que la señal proviene de un mundo tal vez no tan diferente del nuestro... o también puede ser que no hemos escuchado más porque la especie inteligente de ese lugar acabó por autodestruirse, así como lo estamos haciendo nosotros.
PD. En el siguiente enlace puedes escuchar una simulación de la señal. Aunque debo advertir que no es nada espectacular, simplemente un ruido agudo.