8 de agosto de 2016

Uno de mis tantos problemas.

Tengo problemas con lo espiritual. Pero no desde el punto de vista del ateo que va por la vida insultando a los creyentes y sintiéndose superior a ellos. No, mi problema no es ese, pues coincido con Carl Sagan en una de sus máximas:

"Un ateo tiene que saber mucho más de lo que yo sé. Un ateo es alguien que sabe que Dios no existe. Por decirlo de alguna forma, el ateísmo es muy estúpido." 
Yo no me considero ateo, pues no afirmo que la existencia de un Dios particular es nula, simplemente me cuesta mucho trabajo creer que una deidad exista, dada la evidencia de la que disponemos hoy en día. Y, si a caso algunas veces puedo concederme creer en su posible existencia, creo que los seres humanos manifestamos nuestra soberbia al pensar que, dado el tamaño del Universo conocido, Dios se preocupa un carajo por nosotros.

Pero ya me salí del tema. Digo que tengo un problema con lo espiritual y me preocupa y explico el porqué. He notado que cuando las personas cuyo espíritu está "fortalecido" tienen un problema o una situación que los llena de aflicción, se consuelan al pensar que Dios, o la suerte, o el karma, o el destino o el Plan Maestro, se encargará de decidir sel rumbo que tomará su vida. Al pensar así, al confiar en que todo está escrito, reciben una tranquilidad que sinceramente envidio.

He intentado hacer lo mismo. No con un Dios, pero sí tratando de creer que las cosas se resolverán de una manera que al final acabará siendo favorable para mí. Pero mi lado racional inmediatamente se aparece para recordarme qué soy yo en este Universo probablemente infinito: nada. Soy un átomo de silicio en una playa cualquiera. Nadie tiene un plan para mí, el Cosmos ni siquiera se imagina mi existencia, y como tal, no va a preocuparse por decidir mi futuro.

He escuchado muchas veces, a manera de consejo, que no se necesita ser religioso para ser espiritual. El problema, mí problema, es que yo no puedo ser ni lo uno ni lo otro. Quizás estoy pensando demasiado, pues creo que para ser espiritual la razón no nos es de ninguna ayuda. Lo espiritual va más allá del raciocinio, es un instinto, es algo que se consigue yendo más allá de los simples pensamientos. Es abandonarnos a algo más grande que nosotros mismos. Sin embargo, yo no me siento capaz de hacerlo, por más que lo intento.