Hace un par de días conversaba con alguien (si lees esto, ¡saludos miss R!) acerca de que, por culpa del SARS-CoV-2, este año me quedaré sin asistir al concierto que Roger Waters ofrecería en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México. Aunado a eso, también se canceló un viaje de trabajo a Alemania, pero comentaba que me dolió más la suspensión del concierto que la del viaje. Hice el comentario de que Waters es mi compositor favorito, y sirva este post a manera de explicación. Veo necesario hacer una minúscula semblanza, de tal forma que funcione como una introducción.
¿Quién es Roger Waters? Es un músico británico, mundialmente conocido por haber formado parte de la alineación más recordada de la banda inglesa de rock progresivo Pink Floyd, siendo, junto a Syd Barrett y Richard Wright, uno de los miembros fundadores. En 1985, tras diferencias con los elementos restantes de la agrupación, la abandona y emprende su carrera en solitario, que continúa hasta la actualidad. La muerte de su padre, soldado británico durante la segunda guerra mundial, sería algo que marcó no solo su vida, sino también su estilo compositivo y visión política.
En los inicios de Pink Floyd, el principal (y muy probablemente único) letrista era Syd Barrett. Sin embargo, luego del segundo álbum, A Saucerful of Secrets, la salud de este individuo comenzó a decaer, hasta colocarse en un punto en que no pudo continuar cumpliendo sus compromisos con la banda. Los demás, al verse súbitamente privados de su fuente poética, pero teniendo un enorme talento interpretativo, comienzan a lanzar discos cuyas canciones estaban repletas de elementos musicales, pero prácticamente desprovistas de letra. Es en este punto donde Waters comienza a probar suerte con el lápiz y el papel, puliendo poco a poco su talento hasta que, en 1973, el álbum conceptual conocido como Dark Side of the Moon los catapultó a la cima del éxito. La mayor parte de las letras en este disco son de Waters, y tratan acerca de aspectos de locura y abstracción.
Personalmente, la canción que más me gusta de este trabajo es Time. La primera vez que la escuché, rondaba los 21 años de edad, y su letra produjo en mí una catarsis. La crudeza con la que describe cuán fácil a veces dejamos que la vida se nos vaya, siempre esperando a que llegue el momento justo, perdiendo el tiempo en cosas que no agregan ningún valor, me marcó de una forma instantánea.
Tired of lying in the sunshine
Staying home to watch the rain.
But you are young and life is long.
There is time to kill today.
And then one day you find
ten years have gone behind you.
No-one told you when to run.
You missed the starting gun.
Me sentí identificado, y comprendí que la vida no empieza al terminar la escuela o al comenzar a trabajar. No. La vida comienza al nacer (parece bastante obvio, pero a veces no lo es tanto) y el control de la misma podemos y debemos tomarlo desde que somos conscientes de nuestra existencia.
Al avanzar dentro del track list seguimos encontrando joyas poéticas, pero no pienso hacer este post demasiado grande, así que saltaré a otro de mis temas favoritos: Wish You Were Here, del álbum del mismo nombre, publicado en 1975. Una rapsodia llena de nostalgia dedicada a Syd Barrett. Se tiene la equivocada idea de que esta canción es romántica, pero no es así. Es una canción para un amigo que perdió el rumbo y jamás pudo regresar a la realidad.
How I wish, how I wish you were here.
We're just two lost souls swimming in a fish bowl.
Year after year, running over the same old ground.
What have we found? The same old fears.
Wish you were here.
Dos años más tarde llegaría Animals; obra basada en el cuento Rebelión en la Granja, de George Orwell, y en el cual se plantea una granja como una analogía de diferentes sistemas políticos. Los principales personajes son los cerdos, los perros y las ovejas, teniendo cada especie su propia canción dentro del disco, y es Pigs la que arroja la afrenta más directa hacia la clase política. Durante las presentaciones en vivo de esta canción en la gira Us + Them, incluso se proyectan imágenes ridiculizando al presidente norteamericano Donald Trump.
En 1979 se publica The Wall, álbum que da para un post entero, debido a su complejidad lírica y la historia que relata pero, sintetizando, es otra obra conceptual, que trata acerca de los traumas que la muerte del padre, la sobreprotección de la madre, el maltrato de los profesores y la mala suerte en el amor, generan en Pink, el personaje principal.
The Final Cut (1983) sería el último trabajo de Waters con Pink Floyd y, aunque la magnitud de las obras ya mencionadas a menudo opacan este último álbum, no se puede negar que es también de una muy alta calidad lírica que, en este caso, se enfoca en los problemas de la posguerra.
Roger Waters es mi compositor favorito por estas y muchas otras razones. Tiene letras preciosas, llenas de nostalgia, de crítica, de protesta, de fantasía. Y, simplemente, porque es el autor del más del 85% de mis canciones favoritas.
¡Espero haber contestado tu pregunta, R!