Probablemente, suene familiar una llamada "Ley de la Atracción", término utilizado por una escritora de nombre Rhonda Byrne, para nombrar al supuesto efecto de conseguir las cosas con el mero hecho de desearlas, además de comportarse y actuar como si ya se tuvieran. En otras palabras, esta persona afirma que, si tú, querido lector inexistente, anhelas tener una linda casa grande con 5 autos en la cochera, un trabajo que te permita vivir sin preocupaciones y ser Rey de Inglaterra, lo único que debes hacer es desearlo con todas tus fuerzas.
Cualquiera que tenga un poco de sentido común (mínimo, no hace falta tener mucho) puede darse cuenta de lo fantasioso de tal idea; dado que aquellos que solo desean cosas se llaman soñadores. Quienes las consiguen son quienes establecen sus metas, trazan planes -coherentes- para conseguirlas y se apegan a ellos sin desistir hasta lograr aquello que desean.
Desafortunadamente, existen en el mundo personas bastante crédulas y sin un ápice de escepticismo. Podríamos pensar que es un problema que aqueja a exclusivamente a aquellos que no tienen acceso a la educación elemental, pero no es así; estas falacias se han colado a los niveles más altos y menos pensados de la sociedad: profesionistas, mandatarios, políticos, etcétera, son presas fáciles de mentiras de las llamadas pseudociencias. Carl Sagan resume perfectamente la situación en un párrafo de su libro "El mundo y sus demonios":
"En el corazón del alguna pseudociencia [...] se encuentra la idea de que el deseo lo convierte casi todo en realidad. Qué satisfactorio sería, como en los cuentos infantiles y leyendas folclóricas, satisfacer el deseo de nuestro corazón solo deseándolo. Qué seductora es esta idea, especialmente si se compara con el trabajo que se suele necesitar para colmar nuestras esperanzas"
Las pseudociencias no solo juegan con las esperanzas de las personas, sino que lucran con ellas. ¿De qué forma? vendiendo libros y películas a un costo muy elevado, prometiendo revelar los secretos para conseguir aquello que se desea, vendiendo "medicamentos" homeopáticos; convenciendo a inversionistas de no hacer negocios, basados en los horóscopos o en videntes, o simplemente reprimiendo deseos por miedo a un castigo divino.
Ejemplo reciente de este tema fue el supuesto fin del mundo el año pasado. Basados en las "predicciones mayas" multitud de personas fueron embaucadas, hubo quienes compraron amuletos, construyeron refugios subterráneos o tomaban decisiones con base en que la vida terminaría el 21 de diciembre de 2012, aún siendo que autoridades científicas se cansaron de decir que no había evidencia de que los mayas predijeron tal suceso.
Existe, sin embargo, una ley de la atracción que sí funciona, aquella que dice que:
"La atracción entre dos cuerpos es directamente proporcional al producto de sus masas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa".
Se llama Ley de la Gravitación Universal y es ciencia pura. ¿Quieren saber cómo conseguir sus objetivos? Luchando por conseguirlos, no hay manera fácil para ello.
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