Necesito poner mi cabeza en órden.
¿Qué quiero hacer? No me refiero sólo a cotro plazo, sino a todos los plazos posibles.
¿Porqué me vino esa idea y porqué anuncié la decisión? Parece que hay muchas respuestas, y todas son correctas y únicas de algún modo. Una de ellas es que quiero dejar de lado todo tipo de manipulación mediática, quiero desconectarme del mundo y de alguna manera aislarme en mi propia percepción.
Otra de las razones es que, evidentemente el estar conectado a Internet absorbe mucho de mi tiempo, mismo que paso consumiendo más contenidos de los que genero. Ese tiempo puede ser aprovechado de maneras mucho más productivas. Me considero un artista; necesito entonces crear arte. Y eso es lo que intentaré hacer.
También necesito meditar para, de una vez por todas, encontrar el camino que deseo recorrer. En todos los aspectos.
Tengo ganas de salir y observar el ambiente que me rodea, comportamientos, reacciones, costumbres, acciones, instintos, patrones... En pocas palabras, profundizar -siempre como simple observador- en esa masa amorfa que nos circunda.
La idea general es hacer una clase de retiro, aunque no espiritual, sino más bien sensorial; comenzar a trabajar en proyectos paralizados desde hace años; buscar esa inspiración que no encontraré en mi Messenger o en twitter, sino dentro de mí.
La ansiedad por saber qué es lo que pasa estará presente, lo sé. Las ganas de aventar todo y encender el módem se apoderarán de mí. Pero sé que soy más fuerte y puedo vivir a la vieja usanza, así que en cierta medida, ésto es un viaje hacia el pasado, donde tanta información desmesurada no estaba al alcance de la mano y teníamos que esforzarnos más para conseguir o aprender algo.
Creo que nuestra etapa en la vida es representada por esa actitud "revolucionaria" e innovadora, esas ganas de experimentar cosas nuevas sin que nos importen mucho las consecuencias, porque estadísticamente tenemos toda una vida para asimilarlas y hacer conclusiones.
Suena cursi, pero quiero también conocerme a mí mismo, saber qué hay detrás de la persona que todos conocen; que muestra desde hace tanto tiempo una personalidad ante los demás, que ha terminado por creer que esa es la verdadera.
Voy a desenmascararme y a presentarme como soy ante el juez más imparcial y escrutador: Yo.
No tengo claro sí triunfaré o fracasaré. Lo único que tengo claro es que lo intentaré, y no me importa si los demás no lo entienden.
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