ha trazado este camino
que recorro sin dejar
ningún lugar para el azar.
Y cada día
de esta vida tan vacía y superficial que no me dice nada
es lo mismo que el ayer
sin poder dejar a un lado eso que no quiero ver.
Pues el miedo a no perder
se apodera de mi ser
y me orilla a sentarme
y esperar un nuevo amanecer.
Los minutos se me escapan de las manos,
mil proyectos incumplidos
engalanan el trayecto de mis años
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