15 de marzo de 2011

Si yo fuera mujer...


No en pocas ocasiones he escuchado a varios hombres decir algo parecido a "si yo fuera vieja, sería bien sexosa" por no escribir otra palabra. Lo cierto es que la opinión general masculina es que si tuviéramos la oportunidad de ser mujeres, pero pudiéramos conservar nuestra forma de asimilar lo que nos rodea, nos dedicaríamos casi exclusivamente a saciar los placeres carnales en cada oportunidad que se nos presentara.

Parece que se nos olvida que aún vivimos en una sociedad mayormente machista, y si fuéramos mujeres tendríamos que considerar los siguientes puntos.

  • Ganaríamos menos dinero por hacer el mismo trabajo que hace un hombre.
  • Seriamos constante blanco de acosos de todo tipo (por parte de hombres que dicen que si fueran mujeres serían muy sexosas).
  • Habría un alto porcentaje de que mi tutor o pareja abusara de mí y/o me maltratara física o psicológicamente.
  • De vivir en alguna sociedad asiática, nuestros derechos serían prácticamente inexistentes.
  • Frecuentemente deberíamos escoger entre tener familia o conservar nuestro empleo.
  • Si fuéramos amas de casa, estaríamos desarrollando un trabajo que no tiene un horario fijo, sin vacaciones, sin prestaciones ni días de descanso.
  • No podríamos detenernos en cualquier esquina a orinar cuando no podemos aguantar más, seríamos un peligro para los demás cada que conducimos y tendríamos que soportar increíbles malestares una vez al mes.
De acuerdo, ese último punto fue con un toque de humor, pero dejando las bromas de lado, la verdad es que desarrollarse como mujer presenta un reto doblemente difícil, pues aún existen muchos prejuicios en la mayoría de las culturas (incluída la nuestra) y a veces parece que se nos olvida que ellas no existen únicamente para satisfacer las necesidades del hombre. Lamentablemente el machismo no es exclusivo de los hombres, pues miles de mujeres son adoctrinadas bajo esa mentalidad y crecen pensando que realmente son seres inferiores; nada más alejado de la realidad. Así que depende en gran medida de ellas que el machismo deje de ser un factor decisivo en la actualidad.

Como dijo John Lennon: podrán decir que soy un soñador pero me encantaría vivir en un mundo en el cuál una mujer pueda ponerse una falda si le apetece, sin que se detenga a pensar en las miradas lascivas y comentarios groseros que recibirá camino al trabajo o la escuela. ¿Será posible algún día?

13 de marzo de 2011

La importancia de los Genios (Parte 1)

En el mundo hay muchos locos -aunque ya quedó claro que la locura es subjetiva- y es bien sabido que la línea entre locura y genialidad es tan estrecha, que en ocasiones resulta casi invisible y hay quienes la traspasan varias veces sin mayor problema. Sin embargo, es evidente que no todos los locos son genios, y no todos los genios están locos. Existen unos cuántos privilegiados que son capaces de ver las cosas de forma diferente al grueso de la población y cambian al mundo con sus ideas; ya lo dice la frase de un magnífico comercial de Apple: "...Because the people who are crazy enough to think they can change the world, are the ones who do" que se traduce en algo como "... Porque solo aquellos lo suficientemente locos para creer que pueden cambiar el mundo son quienes lo logran"

Estos genios están en todas partes, y en raras ocasiones, el azar, el destino, la suerte, el karma o como gusten llamarle, decide juntarlos para que cosas increíbles puedan ser creadas. Ejemplos de ello hay varios en el ámbito del arte, especialmente en la Música. Siendo un gran fanático de Pink Floyd, el primer caso que quiero exponer es sobre ellos.
Indiscutiblemente, el Genio Mayor, por llamarle de alguna forma, será siempre Syd Barrett, pero Waters, Gilmour y Wright no se quedan muy atrás (Mason, desde mi punto de vista, no marcaba una diferencia dentro de la banda.)

La época dorada (y con dorada no me refiero a la calidad de la obra, sino a la relevancia histórica) de Floyd fue mientras Roger Waters estuvo al frente, siendo estandartes los álbumes The Dark Side Of The Moon y The Wall, sin olvidar joyas como Animals, Wish You Were Here y The Final Cut. En este caso, podemos decir que el genio detrás de las letras y los conceptos fue Waters, pero de muy poco habría servido su genialidad a la hora de escribir sin los magníficos solos de guitarra y el feeling a la hora de cantar provistos por David Gilmour; piezas como Time, Comfortably Numb, Money, Shine On You Crazy Diamond o Mother serían inconcebibles sin la interpretación de Gimour.

Alguien me comentaba una vez que en la era post-Barrett, Pink Floyd le debía todo a Waters, y que el cerebro detrás del éxito fue él, pero la verdad es que fue una gloria compartida, porque gracias al trabajo en conjunto de estos genios, quedó un legado repleto de letras cargadas de reflexión y solos de guitarra que nos ponen la piel de gallina.

Para muestra, les dejo la interpretación de Comfortably Numb en vivo en el Live 8 en 2005. La última vez que Waters, Gilmour, Wright y Mason tocaron juntos como Pink Floyd.




Estas historias de genialidades continuarán.