22 de diciembre de 2013

Evaluación 2013 y propósitos 2014

El presente año agoniza. 365 días llenos de reformas, arrestos mediáticos, fraudes gigantescos, mil pendejadas del ejecutivo federal y la misma basura y putrefacción de siempre en el ámbito político mexicano. Pero como no todo es malo también existieron momentos positivos, personalmente refiriéndome al concierto de Foo Fighters en la Ciudad de México.
No cumplí todos los propósitos que estipulé al iniciar el año, pero sí alcancé metas que no estaban planeadas y resultaron bastante gratificantes.

El saldo final de libros leídos fue de 10, con un promedio de 0.83 libros mensuales, cifra que no está nada mal teniendo en cuenta las ocupaciones escolares y laborales. Viajé a Chihuahua con motivo del XXXII Festival Nacional de Arte y Cultura de los Institutos Tecnológicos, y ese fue otro propósito cumplido. En es aspecto sentimental, estoy muy bien y me alegro de haber vivido otro año fantástico al lado de mi novia. Mi familia está unida y contenta y es otro motivo para estar feliz.

Sim embargo, no logré el objetivo de dejar de dormirme tan tarde, así como tampoco aquél de escribir un cuento ni una canción. El proyecto, por otro lado, está tomando forma y me siento satisfecho con su desarrollo. En términos generales, 2013 no fue un año memorable, pero sí acaba con un balance bastante positivo,

Para cerrar este año, el clásico planteamiento de objetivos para el 2014, año que será bastante futbolero.

  • Continuar cuidando mi relación sentimental, para que siga siendo tan gratificante como lo ha sido.
  • Llegar a fin de año siendo una persona más culta y en armonía con el medio ambiente.
  • Continuar impulsando los proyectos y hacerlos florecer.
  • Ahora sí, escribir ese cuento y esa canción. Que sean dos, como penalización por no haberlo hecho durante este año.
  • Volver a obtener una beca para mis estudios.

Cinco son suficientes, y además queda aquello de aprovechar todas las oportunidades que se me presenten durante los siguientes 12 meses. Deseo que todos los que lean esto tengan un excelente año, no se olviden de mejorar día a día y estén cerca de sus seres más queridos, para que ellos los impulsen a cumplir sus objetivos.

29 de julio de 2013

Hitos de la humanidad


La antigüedad de los humanos sobre la faz de la Tierra se estima en 2.4 millones de años, con la aparición del Homo Rudolfensis (especie más antigua del género Homo). Ni siquiera somos capaces de imaginar una cantidad tan grande de años, y sin embargo, Carl Sagan ejemplificó ésto de una forma magistral en su conocida serie Cosmos: Si hiciéramos un "calendario cósmico" tomando el Big Bang como las 00:00 del primero de enero, y este instante como las 23:59 del 31 de diciembre, nuestra especie tendría no más de 1 minuto de existencia.

Desde esta perspectiva es desde donde me gustaría establecer el contexto para una reflexión interesante. En un "minuto cósmico" la especie humana pasó de tener únicamente los más rudimentarios instintos a ser los habitantes más inteligentes que alguna vez han poblado la Tierra. Dominamos el fuego, inventamos la rueda, y la agricultura nos permitió adquirir un estilo de vida sedentario. Una vez establecidos, no nos conformamos con conocer únicamente nuestra aldea local, sino que tomamos grandes riesgos para emprender viajes de exploración, fuimos más allá del horizonte y descubrimos poco a poco la vastedad de nuestro planeta.

¿Fue eso suficiente? Por supuesto que no. Construimos naves capaces de llevarnos a la Luna y ahora sopesamos la posibilidad de explorar a nuestro vecino rojo, pues nos mueve la esperanza de que alguna vez haya albergado agua en estado líquido. Hoy en día encendemos un foco con la sencillez de oprimir un switch, pasando por alto aquellas dificultades que vivieron personajes como Faraday, Tesla, Edison, Volta, Ampère y un largo etcétera. 

Desde nuestro pequeño y pálido punto azul, hemos podido determinar la edad aproximada de nuestro universo y teorizamos acerca de su origen, desentrañamos día con día las leyes que lo rigen; desde sus partículas más elementales hasta los cúmulos de galaxias más lejanas, tan lejanas que la luz misma tarda miles de millones de años en llegar desde ahí hasta nuestros telescopios. Con la decodificación del genoma humano, tenemos en nuestras manos nuestra propia evolución ¿a caso no lo encuentran sorprendente?

Al pensar en todo ello, me siento orgullosamente parte de esta gran especie que somos los seres humanos, y sueño con formar una pequeña fracción de sus progresos a través de los años y a veces deseo que las mentes jóvenes y creativas sintieran esa misma sensación, que quisieran trascender y llevarnos más allá, en lugar de solo desear que llegue el fin de semana para emborracharse y ahogar en etanol o en estupefacientes esas neuronas que son capaces de dar mucho más.

25 de marzo de 2013

40 años viviendo en el lado oscuro de la Luna

Al momento de escribir estas líneas, se conmemoran 40 años de la edición del que considero la obra maestra de Pink Floyd: Dark Side of the Moon. Al mando de Roger Waters, la banda nos lleva de la mano a través de 10 canciones, recorriendo aspectos de la naturaleza humana, como la codicia, el paso del tiempo, la muerte y la locura. Quiero compartir la experiencia de cómo fue que conocí este disco, pues llegó a mis manos en una época muy disfrutable de mi vida.

Me encontraba entre los 21 y los 22 años, viviendo solo en la Ciudad de México; bueno, no solo completamente, pues rentaba un departamento junto a dos tipos y una chica, quienes trabajaban en la misma empresa que yo. Sin embargo, ellos tres trabajaban en el turno de la mañana, y yo lo hacía por las tardes, quedándome solo en casa la mayor parte del tiempo. En un día de descanso, solo en el departamento, me dirigí a una tienda de discos en el centro de la ciudad, pues ya tenía la intención de adquirir esta obra, así que lo hice y regresé a casa para, en perfecta soledad, escucharlo sin interrupciones.

Le di play al reproductor y comenzaron a sonar los latidos de un corazón, mientras yo me acomodaba en el sillón tratando de captar el más ínfimo detalle de la atmósfera sonora, pues el Dark Side está lleno de detalles acústicos que hacen la delicia del oyente. Era una tarde tranquila, sin ruido; el sol entraba por la ventana e iluminaba el lugar donde yo me encontraba sentado. Cerré los ojos para dejarme llevar por algo que no sabía qué era, pero me agradaba bastante.

Escuchar por primera vez el solo de Time en esas circunstancias es algo totalmente indescriptible, fuera de este mundo. Una sensación de paz invade el cuerpo mientras David Gilmour desgarra el alma de su guitarra y de los oyentes. Así pasaron los tracks, hasta que cuando comenzó Any Colour You Like mi relajación era tanta que comencé a dormitar. No dormí profundamente, pues recuerdo que seguía escuchando, como si de música de fondo de tratase, Brain Damage, y rememoro que simplemente me fascinó.

Terminó Eclipse y para ese momento, era yo presa de Morfeo. Al despertar, simplemente no podía dejar de sonreír. Si tuviera la oportunidad de que se me concediera un deseo, sería volver a tener la oportunidad de escuchar el Dark Side of the Moon por primera vez. 

24 de enero de 2013

Hombres. ¿Qué está mal con nosotros?

Por alguna extraña razón, parece existir en el cerebro de los humanos masculinos algo que nos dice que conquistaremos a una mujer con el hecho de gritarle obscenidades mientras camina por la calle luciendo una prenda que resalte sus atributos. ¿Qué nos hace pensar eso? Es totalmente absurdo, y aún siendo hombre, escapa de mi comprensión el por qué algunos especímenes lo hacen tan a menudo.

La explicación que encuentro más coherente, es que se trata de un intento desesperado por llamar la atención de alguna chica con el fin de informarle que dicho sujeto tiene una atracción hacia ella; un vestigio del que el proceso evolutivo no se ha deshecho aún. El cerebro humano ha sido capaz de guiar a la propia raza hacia una comprensión del universo que ninguna otra especie ha conocido; hemos entendido las leyes que rigen a la naturaleza, hemos enviado naves espaciales a Marte y fabricamos un objeto que ha traspasado la frontera del Sistema Solar... pero seguimos creyendo que frases despectivas, humillantes, machistas y ofensivas harán que las mujeres hacia quienes nos sentimos atraídos caigan rendidas a nuestros pies.

Nuestros egos buscan maneras de demostrar que somos valientes y sin miedo a nada, y sin embargo buscamos la protección de un grupo de sinvergüenzas para gritar cuanta estupidez se nos ocurre en el momento en que vemos a alguien que nos atrae. Si somos tan valientes como presumimos, ¿por qué no atrevernos a hacerlo cuando estamos solos?

No sé si estas situaciones se den en países desarrollados, pero de ser así, supongo que será en una medida mucho menor. Dichas actitudes son síntoma de la inmadurez de nuestra sociedad, de esa mentalidad tercermundista y mediocre que nos tiene hundidos en la paupérrima situación actual.

A las mujeres no se les conquista, se les enamora, y es un proceso que lleva tiempo pero que conlleva una gran satisfacción cuando se consigue. Créeme, individuo torpe y descerebrado, que al decir vulgaridades a una mujer no llamas su atención ni siquiera de manera negativa, porque se olvidará de ti en menos de 3 minutos. En cambio, si la enamoras, serás inolvidable.

5 de enero de 2013

Errores ortográficos comunes.

Tengo una obsesión grande con la ortografía. Quienes me conocen, lo saben a la perfección y algunos lo han aprendido de la forma difícil. Me desespero cuando veo que alguien escribe espantosamente tan solo por indiferencia; quizás creas que la ortografía es un lujo innecesario, pero dice mucho acerca de tus hábitos y de quién eres. Para ti, inexistente lector que te interesas por mejorar, presento algunos de los más comunes errores ortográficos y algunos consejos para evitarlos.

  • Las mayúsculas no se acentúan. Más que un error, creo que muchas personas lo utilizan como excusa para no poner acentos. Lamento decirles que, citando a la RAE:
"El empleo de la mayúscula no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación".
  • Haber. Por favor, eviten utilizar este verbo en frases como "fuimos haber una película" o "haber, enséñame tu nuevo celular". Lo correcto para este tipo de expresiones es "a ver" .
  • Hecho. Dicha palabra es el participio del verbo "hacer", que no tiene por qué aparecer en oraciones como "échale un ojeada al libro", "lo lograremos si le echamos ganas" o "ella se echó la culpa". Para estas sentencias, se utilizan las conjugaciones del verbo "echar", sin "h" al inicio.
  •  Iva. A menos que te refieras al acrónimo del Impuesto al Valor Agregado, esta palabra no existe en el español. El pretérito imperfecto del verbo ir es "iba".
  • Conección. Seguramente este error se debe a la escritura de palabras de idéntica terminación fonética, como "corrección", "dirección" y "cocción", pero no se dejen engañar, lo correcto es "conexión".
  • Más sin en cambio. ¿De verdad les suena coherente? Esta aberración gramatical es (creo yo) la unión de tres conectores: Más aún, sin embargo y en cambio. Úsenlos por separado, por favor, porque queriendo sonar intelectuales solo consiguen verse paupérrimos.
  • Con migo. Uno de los más comunes, junto con apoco. Cámbienlos; "conmigo" se escribe junto y "a poco" separado.
  • Ves, vez. El primero es el presente simple en segunda persona del verbo ver. El segundo se utiliza para referirse a una ocasión: "había una vez".
  • Sí, si. Acentuamos el "sí" para hacer una afirmación: "Sí sé escribir bien", mientras que no lo acentuamos para hacer un condicionante: "pues solo si me dejan".
  • Reyna. Es correcto escribir "Reyna" si se trata de un apellido, pero para referirse a un monarca femenino, lo correcto es reina.
  • Apeído. Sinceramente no sé qué signifique esto. Lo correcto (aunque a muchos les suena "raro") es apellido.
Son las que se me ocurren por el momento, pero si alguien tiene otro error común, déjelo en los comentarios (bah, como si alguien comentara).

ACTUALIZACIÓN 17/05/2020: He comenzado un canal en Youtube dedicado a la ortografía. Échenle una ojeada dando clic aquí.

4 de enero de 2013

Todo es culpa de las pseudociencias.


Probablemente, suene familiar una llamada "Ley de la Atracción", término utilizado por una escritora de nombre Rhonda Byrne, para nombrar al supuesto efecto de conseguir las cosas con el mero hecho de desearlas, además de comportarse y actuar como si ya se tuvieran. En otras palabras, esta persona afirma que, si tú, querido lector inexistente, anhelas tener una linda casa grande con 5 autos en la cochera, un trabajo que te permita vivir sin preocupaciones y ser Rey de Inglaterra, lo único que debes hacer es desearlo con todas tus fuerzas.

Cualquiera que tenga un poco de sentido común (mínimo, no hace falta tener mucho) puede darse cuenta de lo fantasioso de tal idea; dado que aquellos que solo desean cosas se llaman soñadores. Quienes las consiguen son quienes establecen sus metas, trazan planes -coherentes- para conseguirlas y se apegan a ellos sin desistir hasta lograr aquello que desean.

Desafortunadamente, existen en el mundo personas bastante crédulas y  sin un ápice de escepticismo. Podríamos pensar que es un problema que aqueja a exclusivamente a aquellos que no tienen acceso a la educación elemental, pero no es así; estas falacias se han colado a los niveles más altos y menos pensados de la sociedad: profesionistas, mandatarios, políticos, etcétera, son presas fáciles de mentiras de las llamadas pseudociencias. Carl Sagan resume perfectamente la situación en un párrafo de su libro "El mundo y sus demonios":
"En el corazón del alguna pseudociencia [...] se encuentra la idea de que el deseo lo convierte casi todo en realidad. Qué satisfactorio sería, como en los cuentos infantiles y leyendas folclóricas, satisfacer el deseo de nuestro corazón solo deseándolo. Qué seductora es esta idea, especialmente si se compara con el trabajo que se suele necesitar para colmar nuestras esperanzas"
Las pseudociencias no solo juegan con las esperanzas de las personas, sino que lucran con ellas. ¿De qué forma? vendiendo libros y películas a un costo muy elevado, prometiendo revelar los secretos para conseguir aquello que se desea, vendiendo "medicamentos" homeopáticos; convenciendo a inversionistas de no hacer negocios, basados en los horóscopos o en videntes, o simplemente reprimiendo deseos por miedo a un castigo divino.

Ejemplo reciente de este tema fue el supuesto fin del mundo el año pasado. Basados en las "predicciones mayas" multitud de personas fueron embaucadas, hubo quienes compraron amuletos, construyeron refugios subterráneos o tomaban decisiones con base en que la vida terminaría el 21 de diciembre de 2012, aún siendo que autoridades científicas se cansaron de decir que no había evidencia de que los mayas predijeron tal suceso. 

Existe, sin embargo, una ley de la atracción que sí funciona, aquella que dice que:
"La atracción entre dos cuerpos es directamente proporcional al producto de sus masas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa".
Se llama Ley de la Gravitación Universal y es ciencia pura. ¿Quieren saber cómo conseguir sus objetivos? Luchando por conseguirlos, no hay manera fácil para ello.

3 de enero de 2013

Propósitos 2013

Dado que las estadísticas sugieren que el único lector de este blog soy yo mismo, dejo aquí mis propósitos para este naciente año, a manera de tenerlos presentes, porque si los escribo en una hoja o libreta, sé que los voy a perder.

De las metas propuestas para 2012 cumplí solo 1: Sobrevivir al fin del mundo. En cuanto al objetivo de los libros, lo habría alcanzado de haber leído dos mas, pero ni modo, hora de replantearlo. Los propósitos para 2013 son:

Continuar con mi novia tan bien como hasta ahora.

Bajar 98.1 N de peso. O en otras palabras, 10 Kg de masa.

Dejar de dormirme y levantarme tan tarde. A menos que, por asuntos escolares, sea estrictamente necesario.

Aprobar en primer curso todas las materias de los dos semestres de este año.

Leer mínimo 6 libros.

Terminar los posts que tengo pendientes, y retomar el hábito de escribir.

Escribir un cuento, una canción y realizar un proyecto.

Viajar a lugares a donde nunca haya ido.

Trataré de ir anunciando cuando haya cumplido cada objetivo, para llevar el seguimiento apropiado.