8 de noviembre de 2014

...que la Nación me lo demande.

A la luz de los sucesos más recientes acaecidos en territorio mexicano, la expresión que ronda en mi cabeza es: WTF México?!?! (Disculpen el spanglish, pero así es la expresión). 43 estudiantes aparentemente asesinados, una adolescente que contrata sicarios vía Facebook para matar a sus padres, un hombre que mata a su suegra con una sartén, un largo etcétera.

Político y criminal fundidos, representados por una sola persona. Esa es la tendencia de la cúpula de poder en nuestro país. ¿En qué momento los criminales se hicieron con tanto poder? ¿Cómo lograron escalar hasta las filas más altas en la jerarquía nacional? Vaya, que el mejor signo de lo mal que estamos es que el gobierno actual nos hace extrañar el sexenio de Felipe Calderón.

La línea que da titulo a este post es un extracto de la toma de protesta del Ejecutivo Federal, y es pronunciada el primero de diciembre de cada seis años. Los labios que más recientemente, de manera oficial, han pronunciado tal expresión pertenecen a Enrique Peña Nieto, y yo creo que hay que tomarle las palabras; los motivos sobran.

Para empezar, es por demás evidente que la llegada al poder de nuestro Licenciado Presidente fue a base de fraudes y manipulación mediática. Se la pasamos. Luego vinieron las reformas educativa y laboral (ésta última heredada por Calderón). Se las pasamos. Atacó después con otra reforma, la energética. Se la volvimos a pasar. Ahora sus manos se manchan de sangre, por segunda ocasión (recordemos que la primera fue San Salvador Atenco); ¿se la vamos a volver a pasar?

Tengamos en cuenta las palabras que él pronunció en aquélla toma de protesta, cuando recibió la banda presidencial de manos de Felipillo "... y si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande". Si en él cupiera la sensatez, la masacre de los 43 estudiantes guerrerenses habría bastado para que dejara el cargo de Presidente por su propia voluntad y se largara, como mínimo, a esconder su cabeza bajo la tierra y no volviera a sacarla nunca. Pero es el PRI, es México, eso no va a suceder jamás. 

Sin embargo, la Constitución nos confiere a los ciudadanos el poder de destituirlo, de exigir su renuncia por incompetente, por entregar a su pueblo a los delincuentes. Actuemos, YA.

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