22 de octubre de 2010

¿Por qué soy fan del formato físico?


Últimamente se ha desatado una especie de guerra entre lo digital y lo físico, en la cual parece ser que lo primero lleva la delantera. La ventaja de lo intangible sobre lo tangible se debe mayormente a la accesibilidad; lo cómodo que representa obtener aquello que se desea sin salir de casa, o incluso sin salir de la habitación -dejando de lado el debate sobre si se obtiene o no de forma legal.-

Confieso que cuando me acuerdo de alguna canción, disco, libro, concierto, etc. que me gusta y que no poseo, lo primero que hago es recurrir a Internet y sus redes P2P o sitios de descarga directa -o streaming on-line, en su defecto- pero me declaro fan del formato físico, lo que me ha ocasionado tener que escuchar no pocos discursos y sermones por parte de mis amigos más open source.

"¿Para qué pagar por algo que puedes obtener gratis?" ha sido el argumento más frecuente para cimentar su posición, aunque también las preguntas "¿Para qué comprar un álbum entero si solo me gusta una canción?", "¿qué hago con el CD/DVD luego de rippearlo a mi laptop?" son frecuentemente usadas como puntos para defender una postura.

Personalmente, prefiero el formato físico por sobre el digital. Podrán llamarme anticuado si gustan, pero considero que no hay nada que sustituya el olor de un libro nuevo, o la sensación al destapar la caja de un CD, sacar el booklet y contemplar el arte impreso en sus páginas. Existe cierto encanto en el hecho de visitar una librería y vagar entre los estantes en busca del ejemplar perfecto; sentir el papel cada que se cambia la página es algo que ningún e-book reader podrá ni siquiera aspiarar a replicar jamás, por mucho que avance la tecnología. Eso sin mencionar el plus que implica almacenar los discos o películas en una estantería y que ayudan a mejorar la decoración del lugar.

Por mucho que me gusten los gadgets y la tecnología en general, seguiré siendo seguidor del formato físico. Y no es que sea un inadaptado tecnológico, prefiero ser considerado un aferrado amante de lo tangible.

14 de octubre de 2010

Los nuevos hábitos de consumo musical


Para nadie es noticia que las costumbres en la forma de adquirir música han sufrido cambios importantes casi cada generación; en esta nueva era digital, estamos acostumbrados a la inmediatez, cosa que se ha visto reflejada en los hábitos de consumo de música de nuestros días. No es mi intención abordar el tema de la descarga de música de la red, ya sea de manera legal o ilegal, sino la rapidez con la que el trono de nuevo ídolo del pop cambia de ocupantes.

Es bien sabido que desde la última mitad de los 90's el pop no goza de una muy buena imágen entre los puristas de la música, y se le ha tachado de ser semillero de grupos y solistas cuidadosamente fabricados para satisfacer las necesidades monetarias de las disqueras a cambio de ofrecer canciones digeribles y sin una verdadera propuesta, tendencia iniciada y fomentada por MTV al convertir al videoclip en una herramienta de promoción donde la imagen dejaba al aspecto musical en segundo plano.

Desde entonces la batalla por tener el video más votado, más rotado por los distintos canales o la canción más sonada el el radio ha sido férrea, lo cual ha derivado en que la calidad de las obras sea deficiente al ser cocinadas al vapor, y a veces poniendo más atención en la campaña publicitaria que en el material en sí. Cada verano somos bombardeados con canciones de el nuevo [inserte aquí el nombre del artista de moda durante el verano pasado].

Se me hace absurdo ver que en algunos medios presentan a una chica llamada Eliza Doolittle como la nueva Lilly Allen... WTF! ¿La nueva Lilly Allen? En primer lugar, Lilly Allen no cuenta con la trayectoria suficiente para ser un punto de comparación. Es cierto que ha tenido 2 álbumes con cierto éxito pero eso no implica que haya establecido una categoría propia en la cual las subsecuentes cantantes puedan ser clasificadas, y ni siquiera ella misma se ha consolidado aún como la nueva Britney, o Christina, o Hilarry Duff -y tampoco es que ellas sean enormes talentos...- Y es precisamente a lo que me refiero con la inmediatez de la que somos víctimas en estos tiempos. Ahora resulta que 2 discos exitosos en el ambiente indie son suficientes para convertirse en leyenda.

Deberíamos tomar las cosas con más calma y juzgar mejor el talento -o la falta de él- de esos intérpretes de la música que consumimos. Si continuamos desechando bandas y solistas a esta velocidad, en un futuro no muy lejano los One Hit Wonders serán el pan de cada día.


Sobre Back To The Future

Soy un fan from hell de esta trilogía de películas, y de hecho son mi saga favorita de todos los tiempos. Puedo afirmar sin temor a equivocarme que he visto cada una de las tres cintas por lo menos 50 veces y por lo mismo es motivo de inmensa alegría enterarme que el próximo 5 de noviembre se exhibirá la primera parte en varios cines de distintas partes de la república.

Cualquiera que haya puesto un poco de atención en la película sabrá el por qué de la fecha escogida, pero una refrescada de memoria no viene mal: El 5 de noviembre de 1955 el Doctor Emmett Lathrop Brown sufrió un accidente en su baño, mismo que le proporcionó la visión de lo que 30 años más tarde se convertiría en un condensador de flujo, dispositivo que hace posible el viaje por el tiempo.

El hecho de poder ver por primera vez el inicio de la trilogía en el cine es algo que me llena de emocion, y que sin duda revivirá mi pasión por esta historia que al día de hoy se ha convertido en una cinta de culto no sólo en el ambiente geek, sino en la cultura popular. Aprovechando, quiero compartirles un video muy gracioso que encontré navegando por YouTube, y es un final alternativo no oficial para la saga. Disfruten:


12 de octubre de 2010

Talento potosino



Ese estado cuyo límite político asemeja la forma de un perro sobre el mapa mexicano, y del cuál soy originario, ha hecho algunas aportaciones interesantes al mundo musical -y no, no me refiero a Ana Bárbara, estén tranquilos.- e incluso a la historia de México. A continuación los 3 casos que considero más importantes:

1.- Julián Carrillo: El músico mexicano más grande que ha existido, formuló la Teoría del Sonido 13 e inventó numerosos instrumentos para ejecutar sus composiciones. Impulsor del microtonalismo, director del Conservatorio Nacional de Música y de la Orquesta Sinfónica Nacional. Nominado al premio Nobel de Física en 1950 por sus aportaciones a la Teoría Musical.

2.- Francisco González Bocanegra: Poeta y literato, pasó a la historia por ser el autor de la letra del Himno Nacional Mexicano, al ganar -junto a Jaime Nunó- el concurso que el entonces presidente Antonio López de Santa Anna convocara.

3.- Severiano Briseño: En el ámbito popular, este potosino escribió una de las canciones más famosas de identidad estatal, aunque irónicamente no la compuso para su tierra natal: El Sinaloense es quizás su obra más conocida, pero El Corrido de Monterrey es también de su autoría.

Si bien he comentado en algunas ocasiones que los logros deben ser personales, es motivo de inspiración ser coterráneo de estos tres músicos, letristas y compositores, pues eso estimula mi creatividad en aras de poder igualar, y ¿por qué no?, superar sus logros.

1 de octubre de 2010

In Memoriam




El 1 de octubre del 2005 falleció uno de mis tíos, el Ingeniero Agrónomo José Luis Sarreón Tristán. Un hombre destacable en todos los aspectos de la vida y recordado con cariño por mucha gente. Carismático, noble, trabajador, responsable, sabio y justo son los adjetivos con los que lo describo, pero también talentoso para el verso; y para muestra el siguiente botón:

"Este mundo es una noria,
y nosotros los habitantes
somos los cubos colgantes.

Uno gime en lo profundo
otro, arriba, está en la gloria
pero no cante victoria
que el que sube bajará.

Por eso este mundo es una noria."

Estos párrafos encierran ese concepto que llamamos Justicia, que no es otra cosa que el equilibrio que el universo guarda en todas sus ramificaciones.

Donde quiera que te encuentres Padrino, descansa en paz.


Iron Geek... (casi) literal

No me refiero al concurso realizado en la Campus Party -que fue ganado por @Cyberocioso, quién está detrás de la máscara del @GeekDaemon- sino a esta forma tan geek de interpretar uno de los clásicos del Heavy Metal: Iron Man de Black Sabbath. Las notas de la canción son generadas por las distintas frecuencias provenientes de las bobinas de Tesla que se pueden ver en los extremos. Una muestra más de que lo geek no está peleado con el merol.